El osito de peluche

Julieta me ha contado una historia,

ella quería borrarlo de su memoria, pero yo sigo transtornada.

Era uno de esos días festivos que ella no deseaba

"empiezas a contar la luna y sus días " decía , 

"y empiezas a darle nombre al día en que te parieron".

Me había dicho que alguna vez había recibido un osito de peluche que cantaba.

La persona que se lo dio, fue la única que lo sabía y ahora ya estaba bajo tierra,

era otro de esos días festivos que Julieta detestaba.

Era su cumpleaños...

Vivía sola en los arrabales, con un viejo demente,

me dijo que vivía cerca del mar , con una gran sonrisa,

parecía tan difícil de entender el porque de su historia,

Porqué la gente abandona a los niños?

Porqué la gente nos hiere el corazón?

Me había secado las lágrimas con uno de sus lazos pal´ cabello

me dolía tanto su vida, me dolía no haber estado con ella en su pasado

quemaba en mis entrañas, era la melancolía de la decepción.

Llovía,  y el olor a mojado la había hecho recordar su pasado,

empezaba a inquietarse con un cigarro,

por primera vez irrumpí en su privacidad,

pregunté lo que sospechaba.

Era uno de esos día festivos, 

Julieta desayunaba café y cigarros,

se vestía y salía para el restaurante

regresaba de su jornada, lloraba en su cama

lloraba porque alguien le había recordado la fecha de hoy

era uno de esos días festivos en que solo la soledad la festejaba.

Llovía y era de noche,

me había metido en sus zapatos

quería cuidarla aunque solo sea una extraña.

Fuimos lento, fumamos y reímos

bailamos en las gotas frías.

Nos contamos el presente perfecto

borramos la historia que nunca pudo olvidar

me convertí en su única familia,

en quien ella podía pensar.