El silencio entre usted y yo
tan escandaloso que me golpea.
Vasilaba nuestro amigo rencor,
el de los lunes entre fiestas.
Quien como usted para matar mi niñez,
mi bondad , mi cariño, sin rasgos de violencia
y usted me impacienta
Le repito al oído,
usted me golpeó en el alma
Bebí su amargura! con tino
sin derramar una gota.
Era entonces la mía penumbra,
la esclava de recuerdos,
la del insomno colectivo.
Soy su reflejo, y más dolor al verlo
me importan poco sus cambios,
también he madurado con los años.
muerase de una vez ...
no me comprenda, no es lo que busco.
Respiro por que debo
y luego me arrepiento.
La justicia , la relativa
mi fe aun intacta..
y usted se me queda,
usted se me muere
en estas manos llenas...
en los labios de la dulce viajera
la de cabellos grises.
mi justiciera